Las unidades de cuidados intensivos (UCI) son servicios dentro de la estructura hospitalaria que poseen unas características de espacio y equipamiento diseñadas para mantener las funciones vitales de pacientes en riesgo de perder la vida, creadas fundamentalmente con la finalidad de recuperación.
Hay cuatro características básicas que definen al paciente crítico:
Padece una Enfermedad grave.
Potencial de revertir la enfermedad.
Necesidad de asistencia y cuidados de enfermería continuos.
Necesidad de un área tecnificada (UCI).
Es un servicio en el que trabajan profesionales especializados y educados para dar la atención debida a los pacientes. En estas áreas laboran médicos, enfermeras y distintos técnicos entrenados en medicina intensiva. Reciben el nombre de intensivistas y típicamente tienen formación previa en medicina interna, cirugía, anestesiología o medicina de urgencias. Desde el punto de vista tecnológico, cuenta con los equipos más avanzados que facilitan la monitorización continua de las constantes vitales y otros parámetros necesarios para lograr el equilibrio y recuperación del paciente.
Por ser una atención exclusiva durante 24 horas, el equipo de salud permanece en constante interacción entre ellos, con el equipo médico de interconsulta, soporte nutricional, laboratorio, rehabilitación, familiares, proveedores y el resto de las personas que contribuyen con el funcionamiento y equipamiento de la UCI.
Los profesionales de enfermería representan el equipo de trabajo más numeroso, son necesarios de manera absoluta para proporcionar el cuidado, la relación ideal es un enfermero por paciente y en algunos casos, según las condiciones del paciente puede requerirse hasta dos profesionales por paciente. De allí que el trabajo en equipo es fundamental porque siempre para la movilización, el baño, al momento del ingreso, el cambio de cama, cambio deposición entre otros cuidados que se aplican amerita de la intervención de dos o más profesionales.
El equipo de trabajo en la UCI es una gran familia, sus vivencias, el tiempo, los lazos de amistad, la ayuda, el acompañamiento personal, la solidaridad y el compartir juntos tantas experiencias lo hace posible. En lo individual cada uno crece, se fortalece como ser humano y particularmente valora inmensamente la vida, desarrolla una filosofía de vida dándole un amplio sentido de valor a la familia, a la salud, al amor y a vivir con calidad.
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